Los componentes de la Directiva de la Escuela de Baloncesto Felipe Antón emitimos el presente comunicado en respuesta las declaraciones realizadas en un programa de radio por parte uno de los actuales dirigentes de nuestro baloncesto. En dichas declaraciones se hacía eco del partido por el campeonato de la categoría minibasket masculino en la que participó un equipo perteneciente a nuestra Escuela: el mini Felipe Antón A, que se había celebrado dos días antes en el pabellón cubierto de Breña Alta y que terminó con la victoria, y consiguiente campeonato para nuestro representativo por 64 a 60.
De entrada este señor dijo que menos mal que se puso por el lado contrario de la grada a donde estábamos nosotros porque sabía lo que iba a pasar. Esto es, cuanto menos asombroso, pues demuestra que ya venía predispuesto a no sabemos qué.
Entre otras cosas manifestó su preocupación por ver a los niños de su escuela llorando porque directivos y padres de “ese” equipo les insultaban. Que se utilizaba a los niños para guerras particulares, que él vio (estando en la grada contraria a donde se encontraban dichos directivos) como les insultaban, y que en la otra grada la cosa fue aun peor, razón por la que tomó la sabia decisión de no sentarse allí; que menos mal que había decidido hacerlo así, pues si no tal vez hubiera decidido retirar el equipo; (menos mal que no lo hizo, pues hubiese sido el ridículo protagonista del partido; ya que no hubo ni un solo incidente en el mismo).
A nosotros, los directivos de la Escuela nos conoce la gente del baloncesto desde hace muchos años y conocen nuestra forma de actuar; en ese sentido estamos muy tranquilos, pero no vamos a permitir que se ponga en entredicho nuestra dignidad y que la versión que circule por la calle sea únicamente la suya, y por tanto no tenemos más remedio que defendernos, y lo hacemos en base a las siguientes puntualizaciones:
Primera.- De los tres miembros de nuestra Directiva que suscribimos este comunicado, uno ha sido, socio, jugador y directivo, otro directivo durante treinta años y socio de honor, y un tercero, jugador, socio y Presidente del club al que ahora este señor representa. Esto lo comentamos, no por presunción, sino para dejar muy claro desde el principio a toda la opinión pública que para nosotros nuestro equipo representativo está por encima de las personas que lo representan, y que no tenemos nada contra el mismo; que para nosotros siempre será intocable.
Segunda.-Los tres estuvimos presentes, viernes, sábado y domingo para ver los tres partidos disputados por nuestro equipo mini. Estuvimos sentados juntos, no uno en un palco y otros en otra punta, no, juntos durante todo el tiempo. En ningún momento alguno de nosotros ha oído a otro proferir el más mínimo insulto hacia algún niño, es más no nos hemos dirigido a otros niños que no fueran los de nuestro equipo para animarlos.
Nunca hemos insultado a un niño en el pasado, tampoco lo hicimos el domingo y jamás lo haremos en el futuro.
Lo que hay que hacer, ya que se nos conoce a todos, es decir claramente a quien de nosotros vio insultar a algún niño y qué tan graves insultos proferimos que no se podían reproducir en la radio.
Tercera.- Una vez terminado el programa, con la desafortunadas declaraciones de este señor, recibimos llamadas de apoyo de representantes de otras escuelas y clubes que estuvieron en la cancha para que fuésemos también nosotros a la radio a dar nuestra versión de los hechos, y de padres que se sentían aludidos y, por lo tanto, heridos de manera gratuita. A lo cual renunciamos, pues no es lo que solemos hacer; además preferimos que los protagonistas sean otros.
Cuarta.- Para nosotros lo que sucedió en Breña Alta, podríamos resumirlo diciendo que ni antes, ni durante, ni después de partido hubo ningún tipo de incidente entre niños o padres o directivos. Esperamos que al menos en esto esté conforme el caballero, pues si no, empezaríamos a dudar de que realmente haya estado en el mismo partido.
Que se disputó una final muy competida, con alternativas en el marcador, en la que el rival fue mejor por momentos y en otros lo fue nuestro equipo. Que prácticamente nadie daba posibilidades a nuestros niños, pero que al final y contando con nuestra animación constante, consiguieron una victoria que como es lógico a nosotros nos llenó de felicidad, y que al parecer la persona que motiva este escrito, no ha sabido digerir.
Que los niños del equipo rival lloraron al final porque como es lógico a nadie le agrada perder y son niños que partían con una ilusión igual que los nuestros, pero no justifique esa reacción con lo de los insultos, pues éstos no existieron, es más, cuando los niños del equipo que perdió salían de la cancha, fuimos testigos de cómo la gente de nuestra Escuela les animaba, consolándolos, pero claro, eso tampoco lo vería quien no quiso verlo, pero es real y hay muchos testigos.
Quinta y última.- Estamos ya un poco hartos de que supuestamente vaya hablar de baloncesto a la radio y termine lanzando dardos envenenados contra las demás escuelas de nuestra ciudad, en el sentido de que todos estamos equivocados y sin embargo, él se erige en salvador del baloncesto a pesar de nuestra ineptitud.
Nosotros estamos orgullosos con el trabajo realizado desde 2003 hasta hoy, hacemos las cosas con mucho esfuerzo e ilusión y lo mejor que sabemos; tenemos una relación buena con los demás clubes y escuelas.
No tenemos ningún tipo de odio personal, ni de guerras particulares que resolver utilizando a los niños como se ha dicho, eso sólo existe en su cabeza.
Intentamos trabajar sin meternos con nadie, y si nos equivocamos, lo asumimos, pero nos estamos dispuestos a soportar que alguien nos imponga su verdad, sobre todo cuando para ello nos falte al respeto, con sus acusaciones.
En fin, el tiempo acabará por poner a cada uno en el sitio que se merece.
Una cosa para terminar, podríamos estar aquí con una serie interminable de puntualizaciones sobre el obrar de este caballero, pero sin embargo, sólo vamos a pedirle un favor y a transmitirle un último mensaje de agradecimiento, que esperamos sea capaz de entender sin error.
El favor va en el sentido de que se dedique a trabajar en lo suyo y nos deje a los demás en paz de una vez por todas, que no nos intente dar lecciones de moralidad; que se las aplique a sí mismo, que se olvide de nosotros; que a nosotros no nos costará lo más mínimo hacer lo mismo; y además es lo que estamos deseando.
Y la aclaración es que después de todo lo que ha sucedido, y a partir de hoy, hemos de darle las gracias por habernos abierto los ojos sobre cuál es su forma de actuar; y, gracias a eso, al menos tenemos una cosa bastante clara y es con quien NO estamos dispuestos a trabajar.